¿Dónde están las mujeres rurales cubanas este 2021?
Clasificación: Internacionales
Sección: Terciaria
Numerosas investigaciones, organizaciones internacionales y personas expertas y estudiosas de temas sociales han reconocido que el empoderamiento de las mujeres rurales es esencial para construir un futuro próspero, equitativo y armónico en un planeta sano.
Por: Oravides Almagro Peñalver y Magali Perez Reyes
Numerosas investigaciones, organizaciones internacionales y personas expertas y estudiosas de
temas sociales han reconocido que el empoderamiento de las mujeres rurales es esencial para
construir un futuro próspero, equitativo y armónico en un planeta sano.
Lamentablemente, han sido ellas las que históricamente se han visto afectadas de forma
desproporcionada por la desigualdad, la exclusión, la pobreza y más recientemente por los
efectos del cambio climático. Estas condicionantes limitan el goce pleno de derechos básicos tales como: la titularidad de la tierra (en algunos países), alimentación y una nutrición adecuadas, vida libre de toda forma de violencias, discriminación y otras prácticas nocivas.
En Cuba, a pesar de todos los beneficios y apoyos que constitucionalmente han recibido las
mujeres desde el triunfo revolucionario, continua insuficientemente visibilizado el potencial y
rol que desempeñan mujeres rurales en la producción de alimentos garantía del cumplimiento
del Plan de Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional. Ellas representan
numéricamente el 21,3% del total de la población femenina del país, el 46,3% de la población
rural y 26,1% de la población rural económicamente activa (según resultados del Estudio
Condición y Posición de las Mujeres Rurales concluido en 2020) de ahí que sea prioritario
atender con celeridad el entorno rural cubano, sus necesidades y sus recursos humanos,
especialmente sus mujeres.
Las estadísticas relacionadas con la educación, develadas por el Estudio muestran que por cada
100 personas con nivel universitario en las zonas rurales, 57 son mujeres. Sin embargo, ellas
constituyen solamente el 28% del personal directivo en estas zonas rurales. La investigación
refiere que las mujeres ocupan plazas de especialistas en recursos humanos o de economistas
en las entidades productivas agropecuarias y, en menor medida, llegan a ser las presidentas de
cooperativas, no hay una correspondencia entre el nivel de instrucción y su presencia en la toma
de decisiones; sin olvidar que no son las ellas las mayoritariamente beneficiadas con
capacitacion e información técnica especializada actualizada.
A las brechas de género anteriormente expuestas se suma otras fuera del ámbito laboral como
la alta tasa de fecundidad adolescente, numerosos hogares con personas mayores, donde
predominan las mujeres, un porciento significativo de mujeres que reconocen haber sufrido
algún tipo de violencia, subvaloración del papel del trabajo de las mujeres
El estudio identificó como barreras para mayor incorporación de mujeres al sector agropecuario
la rudeza del trabajo agrícola, las malas condiciones de trabajo en las cooperativas agrícolas, los
bajos salarios por las actividades típicamente femeninas, la insuficiente capacidad técnica, la
sobrecarga en las responsabilidades domésticas y de cuidado, e igualmente el escaso
desarrollo de servicios de cuidado infantil, de personas adultas mayores y/o discapacidad.
Otros elementos influyentes lo constituyeron el peso de la opinión del cónyuge, su
autoexclusión al asumir algunas responsabilidades y tareas, la necesidad de reproducir
comportamientos "masculinos".
Esta investigacion reafirma lo que estudios anteriores dentro han concluido: existencia de una
distribución desigual de los roles y las responsabilidades tanto en el ambito laboral como el
familiar‐domestico. Mientras estas desigualdades no desaparezcan, sera muy difícil reconocer y
visibilizar el papel que juegan las mujeres en los diversos sistemas de producción agropecuaria y
su aporte real a la soberanía alimentaria.
La celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales cada 15 de octubre, fue establecido
por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2007 con el objetivo de reconocer el papel
decisivo de ellas en el desarrollo, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.
Por estas y otras razones respaldamos las palabras António Guterres, secretario general de la
ONU quien ha expresado en reiteradas ocasiones que ‘Al invertir en el bienestar, los medios de
vida y la resiliencia de las mujeres y niñas rurales, todos avanzamos.’