Industria alimentaria: de la demanda a la eficiencia
Clasificación: Nacionales
Sección: Terciaria
Prodal fue pionera en la producción de salchicha en el país, lo que ha permitido sustituir parte de la importación de ese producto.
Al interior de la Empresa Productora de alimentos Argelio Reyes Aguilar, Prodal, perteneciente al Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (GEIA), se encuentran ejemplos de los desafíos que se avecinan y de la necesidad de lograr autonomía y eficiencia.
Lograr que la empresa estatal socialista tenga el lugar que le corresponde en la economía nacional es uno de los retos que trae consigo la Tarea Ordenamiento, y en lo que el sector de la industria alimentaria, medidor elemental para el verdadero bienestar de la familia cubana, debe enfocarse para lograr cubrir la demanda de la población y hacerlo con la calidad que amerita.
Al interior de la Empresa Productora de alimentos Argelio Reyes Aguilar, Prodal, perteneciente al Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (GEIA), se encuentran ejemplos de los desafíos que se avecinan y de la necesidad de lograr autonomía y eficiencia.
Dagmary Rodríguez Meulener, directora de la UEB de Calidad, Tecnología y Desarrollo de la entidad, explica que, si bien la demanda de la red de tiendas recaudadoras de divisas, el comercio interior y el turismo sigue siendo mayor a los resultados que alcanza la empresa, las producciones no dejan de ser variadas.
«Tenemos cuatro plantas productivas, con una capacidad en total de hasta 80 toneladas diarias de productos. Se elaboran conformados como la hamburguesa y la croqueta. En el caso de los embutidos, se produce la mortadella, el jamón, el chorizo, además de la jamonada. También se encuentran los productos frescos, como la croqueta criolla, el camarón, el pollo y las pechugas marinadas», especifica.
A ellos se suma, señala la directiva, la elaboración de salchicha, un alimento que, hace unos pocos años, el país importaba totalmente, hasta que Prodal incursionó en su producción, que actualmente llega a unas 16 toneladas diarias.
No obstante, el escenario actual ha obligado a replantearse estrategias para continuar con esas misiones y encauzar otras. Prodal está inmersa en la búsqueda de la exportación interna, para la captación de divisas que permita el autofinanciamiento y, con ello, el aumento de las producciones.
Otra meta que no pocas empresas trabajan por lograr en este contexto es el vínculo con la industria nacional. A su favor, esta entidad cuenta con una planta de desarrollo donde se diseñan los nuevos productos, y en la que hace un tiempo se trabaja con insumos nacionales, como la claria, el camarón, muestras de jaiba e, incluso, la harina de arroz, de maíz y la de trigo, así como las migas de pan.
Además, se trabaja por elaborar la pasta de soya, muy utilizada en varias de las producciones, que antes suministraba el Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria, pero que, por los volúmenes productivos de Prodal, es imposible entregar todo lo demandado.
«Estas formulaciones nos han permitido que la empresa no se pare, sobre todo por el déficit de importaciones, que se ha agravado con la situación sanitaria y el arreciamiento del bloqueo económico del gobierno estadounidense contra nuestro país», subraya Rodríguez Meulener.
Aunque el año 2020 significó una etapa retadora para las producciones, agrega que la empresa logró más de 20 000 toneladas de alimentos.
En este 2021, el cambio más impactante para los consumidores de los productos de Prodal, según la directiva, ha sido la subida de los precios. Mas la calidad de los productos no ha constituido una queja de la población, lo que representa un incentivo, para los más de 1 600 trabajadores de la entidad, de continuar perfeccionando los resultados.
Echar a andar con más fuerza las producciones lácteas
Así como la demanda de la población de los productos alimenticios que elabora Prodal supera la capacidad de esta empresa, el Complejo Lácteo de La Habana, que abastece solo a la capital, también tiene entre sus desafíos aumentar los niveles de producción.
Su director general, Chelenin Darias Jorge, afirma que el año pasado la mayoría de las producciones, entre ellas las variedades de leche y de queso, estuvieron afectadas por la falta de materias primas, sobre todo las importadas, como es el caso de la leche en polvo y la descremada.
No obstante, produjeron 33 000 toneladas de yogur de soya, mientras para 2021 se prevén lograr unas 35 000, incluyendo las producciones de la empresa ubicada en Mayabeque, en aras de cumplir con las prioridades de la canasta básica normada, la merienda escolar y el Sistema de Atención a la familia (SAF).
Según Igmara Hernández González, especialista principal de producción, la empresa también se concentra en la entrega de este alimento para los ancianos mayores de 65 años y la venta liberada, a partir de la gran demanda de la población.
Con respecto a las producciones de helado, Miguel Gutiérrez Zayas, director de la unidad empresarial de base (UEB) Helados Matilda, del complejo, subraya que la capacidad productiva diaria es de 8 000 galones de helado, distribuidas en la red de heladerías, los sectores de la salud, la educación y el deporte, así como en los órganos de defensa de la provincia.
Para este año suman 170 000 galones mensuales los planificados, que incluyen los sabores más demandados por la población, como la vainilla, la fresa, el chocolate... No obstante, aclara, en dependencia de la disponibilidad de pulpa de frutas, se trabaja con el mango y la guayaba.
Este 2021, a raíz de la transformación económica, representa para esa empresa, concebida desde sus inicios para procesar 1 000 000 de litros de leche, el momento oportuno para echar a andar nuevas líneas de productos que aporten a la necesaria diversificación y a la soberanía económica.
Otra de las entidades del sector alimentario que se une a los desafíos de este año es la Empresa de Transporte Refrigerado Atlas, cuyo objeto social, primero, es el traslado de los productos más esenciales de la canasta familiar normada, desde la capital hacia el resto de las provincias.
Tomado: Periódico Granma